En MANOS ANDINAS, tejemos historias que unen manos, corazones y paisajes.

 

Cada tejido cuenta un viaje, un camino que recorre desde la esquila cuidadosa de los camélidos hasta la creación de un hilado que honra nuestras raíces.

 

La cadena de valor es un lazo vivo, una construcción colectiva donde cada integrante importa: el acopiador, el hilandero, el tejedor, el artesano.

 

Todos son piezas esenciales en este tapiz que entrelaza lo artesanal con lo industrial, lo ancestral con lo moderno.

 

Desde la Puna hasta nuestra planta ubicada en San Fernando del Valle de Catamarca, , apoyamos a las comunidades locales, trabajando bajo la premisa de un precio justo y respetando las economías regionales.

 

Cada producción es limitada, cuidada, y refleja un profundo respeto por las personas y el medioambiente.

 

El valor no está solo en el producto final, sino en el poder del intercambio entre las partes, en la sinergia de quienes trabajan unidos por un propósito común: dar vida a las fibras argentinas, únicas en el mundo.